El tercer número de InfoObservas es un tributo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo, después de que así lo instituyera en 1975 la Asamblea General de Naciones Unidas. Un día con el que se quiere conmemorar la lucha de la mujer por su participación en la sociedad en igualdad y por su desarrollo íntegro como persona.
La Organización Mundial de las Naciones Unidas ha fijado como lema para 2019: “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio” y para ello propone la reflexión en torno a las formas innovadoras en las que podemos abogar por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, en especial en las esferas relativas a los sistemas de protección social y el acceso a los servicios públicos.
Cogiendo el testigo de esta propuesta, desde la Consejería de Servicios y Derechos Sociales hemos querido realizar un esfuerzo por reflexionar acerca de cuál ha sido el papel de la mujer en nuestro ámbito de acción: los Servicios Sociales.
Las mujeres han tenido históricamente y tienen en la actualidad una relación muy estrecha con los Servicios Sociales. En primer lugar, porque sobre ellas ha recaído, principalmente, lo que se conoce en la literatura especializada como red informal de los Servicios Sociales, es decir, porque han sido las proveedoras tradicionales de los cuidados en nuestra sociedad (SIIS, 1992). En este sentido, se vinculan con los Servicios Sociales por el lado de la oferta en su papel de “cuidadoras informales”, que suplen con su esfuerzo personal las necesidades no cubiertas por el sistema. Por otro lado, desde el punto de vista de la demanda de Servicios Sociales, las mujeres se posicionan hoy como el grupo de población más relevante en términos cuantitativos. Su creciente longevidad y sus mayores dificultades para encontrar apoyos sociales cuando empiezan a necesitar cuidados se traducen en una mayor necesidad de apoyos profesionales a medida que avanza su proceso de envejecimiento. Además, como consecuencia de su posición social, en particular, respecto al mercado de trabajo sufren mayor riesgo de pobreza y/o exclusión social, lo que las convierte en las principales demandantes de medidas de inclusión y prestaciones de garantía de rentas mínimas. Sólo la discapacidad parece en nuestra comunidad autónoma una cuestión masculina en mayor medida, si bien, como veremos más adelante, está socialmente determinada.
Dada la amplitud y el interés del tema a tratar, el presente documento se ha estructurado en dos grandes bloques. En el primero, se analiza la demanda de servicios y prestaciones del Sistema de Servicios Sociales por parte las mujeres y cuáles son las claves que permiten entender su presencia en los mismos. En el segundo apartado, siguiendo el tema principal sobre el que pivota las reivindicaciones de este día mundial, los cuidados, se reflexiona acerca del papel tradicional de la mujer como cuidadora informal y formal, una vez que se ha consolidado la feminización del sector profesional del cuidado.
Como complemento a este monográfico se acompaña un dossier documental, que ofrece una selección de la información más relevante en torno a la figura de la mujer en el ámbito de los Servicios Sociales, elaborado por el Centro de Documentación de Servicios Sociales de Asturias (CDSSA). Además, se acompaña de un anexo estadístico en formato excel que podrá descargarse en el apartado Estudios e Informes de la página web del Observatorio Asturiano de Servicios Sociales (en adelante, ObservASS) (https://observass.com/).